OBJETIVO GENERAL:




OBJETIVO GENERAL:



Este curso tiene como objetivo general despertar en el estudiante el interés por descubrir la verdad y vivir según ella, a la luz del estudio de la naturaleza desde la perspectiva filosófica. Comprender que la filosofía de la naturaleza es la rama de la filosofía que se ocupa del mundo natural o físico. Conocer en qué consiste esa reflexión filosófica sobre la naturaleza y cuál es su valor actual. Esto nos exigirá considerar también, cuál es el alcance de las ciencias naturales, puesto que existe una estrecha relación entre esas ciencias y la filosofía de la naturaleza. A través de la filosofía de la naturaleza se buscarán explicaciones referentes al “ser” y a los “modos de ser” de las entidades y procesos naturales. Relacionar la reflexión filosófica de la tradición cristiana con las nuevas formas de explicar las ciencias.



¿POR QUÉ ESTUDIAR SOBRE LA FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA O COSMOLOGÍA?



Según Mariano Artigas, en su libro Filosofía de la Naturaleza, el primer ámbito de nuestro conocimiento espontáneo es el mundo material (en griego: cósmos), o de la naturaleza (fisis). el ser humano está inmerso en la naturaleza, de la que forma parte, y se asombra ante su armonía y sus ciclos regulares, se atemoriza ante la potencia de las perturbaciones naturales, indaga por las causas de sus continuas transformaciones.




martes, 31 de enero de 2012

Dancing with the stars: An interview with astronomer George Coyne, S.J.


Dancing with the stars: An interview with astronomer George Coyne, S.J.
JPLWith 10,000 billion billion heavenly bodies in the cosmic ballroom,
God has created a grand universe of possibilities.
 
 
Ultraviolet image of the barred spiral galaxy NGC 1365, which is a member of the Fornax Cluster of Galaxies. Image credit: NASA
 
 

domingo, 29 de enero de 2012


VOCABULARIO

Primera Unidad de Estudio: Introducción al estudio de la filosofía de la naturaleza (Cosmología)


1. FILOSOFÍA – La palabra filosofía literalmente significa amor a la sabiduría y aborda el estudio de las causas últimas de todo lo que existe.

2. FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA – En el sentido más estricto y tradicional, la filosofía de la naturaleza es la rama de la filosofía que busca encontrar respuestas a los grandes interrogantes, primeras causas y principios del mundo natural. Para lograrlo, busca razón sobre el orden en el que están colocados los diversos elementos en el cosmos. Hoy día, es común utilizar el concepto de filosofía de la naturaleza para referirse al estudio del universo en su conjunto, en el que se incluyen teorías sobre su origen, su evolución, su estructura a gran escala y su futuro.

3. FILOSOFÍA ARISTOTÉLICO-TOMISTA – Nos referimos al desarrollo de la filosofía elaborada a partir de los principios estudiados y forjados por el filósofo griego Aristóteles, los cuales fueron retomados por el dominico Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII, quien los utilizó en su que hacer teológico.

4. COSMOS – Es una palabra de origen griego “
κοσμοσ
” (cosmos) que significa orden.

5. COSMOLOGÍA – La palabra griega “
κοσμολογία” (cosmología), está compuesta por “κοσμοσ” (cosmos) que significa orden y “λογια
” (logía/logos) quiere decir tratado o estudio. En este sentido, podemos decir que cosmología es el estudio del orden en el que podemos observar que se encuentran las cosas en la naturaleza. 

6. COSMOGONÍAS – Son el inicio de los relatos mitológicos que explican el origen del universo. Buscan dar razón del orden de los diversos elementos primordiales de la naturaleza como el agua, el caos, el cielo y la tierra; colocando a las divinidades como protagonistas.

7. NATURALEZA – En la filosofía, naturaleza designa también la esencia de cualquier ente, sea o no material. Es el conjunto armonioso de los entes físicos o naturales. El mundo de la naturaleza se contrapone al ámbito de las realidades y fuerzas de los seres corpóreos.

8. SABER ESPONTÁNEO – Es el saber que va adquiriendo el ser humano a partir de las experiencias y las observaciones que hace en medio de las realidades naturales, el cual se va enriqueciendo por las circunstancias. Poco a poco se va desarrollando y así es como el ser humano ha conocido el mundo en todas las civilizaciones.

9. CUERPOS – Nombramos generalmente así a las realidades extensas, observables, preferentemente sólidas y que poseen cierta unidad que las diferencia de otros cuerpos numéricamente distintos.

10. ENTE – Es cualquier cosa “que es”, que tiene la propiedad de ser.

11. ENTE MATERIAL – Existe un tipo de entes que llamamos entes materiales, que se caracterizan por poseer materia. A la filosofía le corresponde descubrir la naturaleza de esta noción.

12. ENTE FÍSICO O NATURAL – La palabra
φυσικός
“físico” se deriva del griego (fisis que es igual a naturaleza), y que equivale a la expresión “natural”, que significa un ente del mundo de la naturaleza o del mundo material. En la filosofía, naturaleza designa también la esencia de cualquier ente, sea o no material. Por eso podemos hablar de la naturaleza de Dios. Con esto nos referimos a lo que Dios es esencialmente.

13. ENTE SENSIBLE – Indica la propiedad que tienen los cuerpos de ser perceptibles por los sentidos.

14. MOVILIDAD / MUTABILIDAD – Es una característica principal que tiene el ente a partir del hecho de tener materia. Es la capacidad de sufrir alteraciones y transformaciones, dejando de ser lo que es, para devenir otra cosa, adquiriendo un nuevo modo de ser. No significa necesariamente el movimiento del ente de un punto a otro; más bien significa cambio.

15. TEOLOGÍA NATURAL – Es el tratado o el estudio sobre la naturaleza de Dios. La doctrina filosófica sobre la sustancialidad, corporeidad la causalidad física, etc., afecta necesariamente a las verdades teológicas sobre el Cuerpo de Cristo, la resurrección, los sacramentos, etc.

16. NATURALISMO – El término naturalismo proviene del latín “naturalis”, es usado para denominar las corrientes y doctrinas filosóficas que consideran a la naturaleza como el principio único de todo aquello que es real. Es un sistema filosófico y de creencias que sostiene que no hay nada más que naturaleza, fuerzas y causas del tipo de las estudiadas por las ciencias naturales; estas existen para poder comprender nuestro entorno físico. Específicamente, rechaza la existencia objetiva de algo sobrenatural, como ocurre en las religiones humanas. También rechaza la idea de la teología (atribuir un proceso a una finalidad), viendo todas aquellas cosas que se entienden sobrenaturales explicables en términos naturales.

17. CREACIONISMO – Muchos utilizan el concepto de creacionismo para referirse al conjunto de creencias, inspiradas en doctrinas religiosas, según las cuales la tierra y todos los seres vivos existente fueron creados por uno o por varios seres divinos. La postura cristiana del Génesis, narrado en la Biblia, también es considerada en este apartado. No obstante, los cristianos creemos que Dios creó de la nada la tierra, los seres vivos y todo el universo como un relato de fe, sin negar lo que puedan aportar las ciencias al conocimiento de esta realidad.

18. CIENCIAS MODERNAS – Las ciencias modernas (física, química, biologías, etc.) se desarrollan con vigor desde los siglos XVI y XVII, gracias al avance del método experimental y a la aplicación de las matemáticas al estudio de los fenómenos físicos.

19. FE – Es el la virtud teologal por la cual acogemos y creemos todo lo que Dios nos ha revelado con la palabra que nos comunicado.

20. RAZÓN – Es la capacidad humana a través de la cual se puede pensar, analizar, aprender y comunicar utilizado los sentidos.


domingo, 22 de enero de 2012

INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
 
 

 
¿FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA O COSMOLOGÍA?


La palabra “φυσικός” (físico) se deriva del griego (fisis) que es igual a naturaleza, y que equivale a la expresión “natural”. Hoy día, es común utilizar el concepto de filosofía de la naturaleza para referirse al estudio del universo en su conjunto, en el que se incluyen teorías sobre su origen, su evolución, su estructura a gran escala y su futuro. Esto se realiza desde el contexto de las instituciones académicas que cultivan el saber filosófico en la tradición cristiana. Los que utilizan la palabra cosmología no se alejan de la anterior. La palabra griega “κοσμολογία” (cosmología), está compuesta por “κοσμοσ” (cosmos) que significa orden y “λογια” (logía/logos) quiere decir tratado o estudio. En este sentido, podemos decir que cosmología es el estudio del orden en el que podemos observar que se encuentran las cosas en la naturaleza. Con frecuencia, ambos conceptos se utilizan indistintamente.

LA NATURALEZA Y SU ESTUDIO FILOSÓFICO

Podemos estudiar la naturaleza bajo dos perspectivas: la científica y la filosófica.

Las ciencias buscan explicaciones de los fenómenos naturales en términos de otros fenómenos o causas, adoptando puntos de vista particulares. En cambio, la filosofía de la naturaleza busca explicaciones que se refieren al «ser» y a los «modos de ser» de las entidades y procesos naturales.

Estas dos perspectivas son autónomas, pero se encuentran relacionadas. Adoptan diferentes puntos de vista, pero las ciencias se apoyan en unos supuestos filosóficos y la filosofía debe contar con los conocimientos científicos.

En este documento se expone una introducción general a la filosofía de la naturaleza (apartado primero), seguida por una introducción histórica (apartado segundo), y después se propone una caracterización de la naturaleza que será utilizada como base de las reflexiones contenidas en el resto del libro (apartado tercero).

1.      INTRODUCCIÓN GENERAL

La filosofía de la naturaleza es la rama de la filosofía que se ocupa del mundo natural o físico. Vamos a ver en qué consiste esa reflexión filosófica sobre la naturaleza y cuál es su valor. Esto nos exigirá considerar también cuál es el alcance de las ciencias naturales, puesto que existe una estrecha relación entre esas ciencias y la filosofía de la naturaleza.

1.1La reflexión filosófica sobre la naturaleza

La filosofía estudia toda la realidad a la luz de la razón natural. Más allá de los conocimientos particulares proporcionados por las ciencias, busca las explicaciones más radicales que se pueden dar de la realidad; por esto suele decirse que estudia la realidad a la luz de sus causas últimas, o que se pregunta por el ser de la realidad.

Siguiendo una distinción clásica, son tres los objetos principales de la reflexión filosófica: el mundo, el hombre, y Dios. La filosofía de la naturaleza es la reflexión filosófica acerca del mundo, entendiendo por mundo el mundo natural o físico: tanto los seres inanimados (las estrellas y los planetas, los componentes físico-químicos de la materia, y los compuestos físico-químicos), como los seres vivientes.

1.2. Relaciones con otras áreas de la filosofía

La antropología estudia la persona humana. Puesto que el hombre es parte de la naturaleza, aunque al mismo tiempo la trasciende, existe una estrecha relación entre la antropología y la filosofía de la naturaleza. Sin duda, la persona posee dimensiones espirituales que no se reducen al nivel material; sin embargo, es un ser unitario y, por consiguiente, el estudio de la persona debe contar con los resultados de la filosofía de la naturaleza. Por otra parte, el ser humano constituye, por así decirlo, el horizonte al que tiende la filosofía de la naturaleza, dado el lugar central que ocupamos dentro del mundo natural. Es interesante señalar que las principales dificultades que puede encontrar la antropología provienen de la filosofía de la naturaleza. En efecto, el enorme progreso de las ciencias naturales lleva, en ocasiones, a pretender explicar completa- mente la persona humana en términos de sus componentes físicos, químicos y biológicos. Se trata de un reduccionismo ilegítimo que extrapola indebidamente los conocimientos científicos fuera de su área propia. La filosofía de la naturaleza desempeña un papel insustituible en la clarificación de estos problemas. La filosofía de la naturaleza proporciona también parte de la base sobre la cual se construye la teología natural. En efecto, nuestro conocimiento natural de Dios no es inmediato: utilizando nuestras fuerzas naturales, sólo le conocemos a través de las cosas creadas. También en este campo existen posiciones naturalistas según las cuales el mundo podría explicarse sin necesidad de recurrir a Dios, y la clarificación de estos equívocos requiere la reflexión sobre la naturaleza propia de la filosofía natural. La filosofía de la naturaleza sirve, asimismo, como base para la metafísica, que estudia los principios últimos del ser como tal, aplicables tanto a lo material corno a lo espiritual. Nos remontamos a las leyes generales del ser a través de la reflexión acerca de la naturaleza. Es difícil, por no decir imposible, construir una metafísica rigurosa sin contar con una reflexión igualmente rigurosa sobre el mundo físico.

1.3. Filosofía y ciencias naturales

Las ciencias naturales tienen en común un objetivo general: concretamente, buscan un conocimiento de la naturaleza que pueda ser sometido a control experimental. Ese requisito viene a ser una exigencia mínima que debe cumplir cualquier explicación para ser admitida dentro de la ciencia experimental[1].

La filosofía de la naturaleza debe tomar en cuenta los conocimientos alcanzados por las diferentes ramas de la ciencia experimental. Pero su enfoque es diferente, ya que, como queda dicho, se pregunta por las causas últimas de la naturaleza y propone explicaciones generales que van más allá de lo que se busca en la ciencia experimental. Por ejemplo, propone los conceptos de substancia, o de potencialidad y actualidad, para explicar determinadas características de la naturaleza; tales conceptos, en cambio, no son un tema propio de ninguna disciplina científica: las ciencias estudian las substancias y las potencialidades naturales, pero no se preguntan por la noción misma de substancia o de potencia tal como lo hace la filosofía.

La filosofía de la naturaleza necesita de las ciencias, en diferente medida según los temas que estudia. A veces, la experiencia ordinaria proporciona suficiente base para la reflexión filosófica. No obstante, también en esos casos es interesante contar con las ciencias, para garantizar que nuestra interpretación de la experiencia ordinaria es correcta.

A su vez, las ciencias se construyen sobre unos supuestos que no son objeto del estudio científico, pero constituyen sus premisas necesarias. En concreto, las ciencias suponen que existe un orden natural que, además, puede ser conocido mediante argumentaciones en las que la experimentación desempeña un papel central. El éxito de la ciencia justifica la validez de esos supuestos, los amplía y los precisa. Por ejemplo, el progreso científico nos permite construir imágenes del mundo, o cosmovisiones, que unifican en una imagen unitaria los diferentes conocimientos que obtenemos acerca de la naturaleza. Para construir una cosmovisión es necesario interpretar los conocimientos científicos y unificarlos, lo cual requiere una dosis de reflexión filosófica.

El desarrollo riguroso de la filosofía de la naturaleza sirve para evitar el riesgo de extrapolar los métodos y resultados científicos fuera de su ámbito propio. El progreso científico fácilmente puede interpretarse equivocadamente si no se dispone de una buena filosofía de la naturaleza. Por ejemplo, cuando la ciencia experimental moderna nació sistemáticamente en el siglo XVII, se presentó acompañada por el mecanicismo, según el cual lo natural puede explicarse completamente mediante el desplazamiento de partes materiales; en realidad, el mecanicismo no es ciencia, sino una mala filosofía: sin embargo, durante bastante tiempo ha ejercido una influencia notable, presentándose como si fuera una parte o una consecuencia del progreso científico, cuando realmente no lo es.

La filosofía de la naturaleza y las ciencias naturales corresponden a enfoques diferentes, pero complementarios. De hecho, esa complernentariedad fue respetada hasta que, en el siglo XIX, el idealismo pretendió invadir el terreno de las ciencias y los científicos sintieron que la filosofía no les ayudaba, sino que les ponía obstáculos. La reacción anti-filosófica cristalizó en el cientificismo, que consideraba a la ciencia experimental como el único conocimiento válido de la realidad; una de sus variantes más importantes fue el positivismo, que pretendía reducir la ciencia a establecer relaciones entre fenómenos observables, evitando todo lo que traspasara ese límite. En realidad, el cientificismo es contradictorio, pues niega el valor de todo conocimiento que no se consiga mediante la ciencia, y esta tesis no es el resultado de ninguna ciencia. Además, el positivismo establece un requisito que ni siquiera puede ser cumplido por las ciencias, cuyo progreso requiere que vayan mucho más allá de lo que se puede observar en la experiencia.

1.4. Valor y alcance de la filosofía de la naturaleza

La experiencia desempeña un lugar importante dentro del método de la filosofía. Aunque la filosofía de la
naturaleza no busca un conocimiento detallado tal como el que proporcionan las ciencias, debe basarse en el conocimiento proporcionado tanto por la experiencia ordinaria como por las ciencias. No es posible someter las explicaciones filosóficas a control experimental como se hace en las ciencias; pero esas explicaciones deberán ser abandonadas cuando no correspondan a los conocimientos particulares bien fundados en la experiencia y en las ciencias.
El valor de las explicaciones filosóficas depende de dos factores. En primer lugar, deben responder a problemas auténticos, bien planteados. Y además deben resolverlos de modo satisfactorio.

La existencia de genuinos problemas filosóficos es negada por quienes afirman que sólo hace falta explicar de qué están compuestas las cosas y cómo funcionan. Sin duda, estas dos preguntas son importantes, y constituyen el tema principal de las ciencias naturales. Sin embargo, no agotan los problemas que la naturaleza plantea a la mente humana. Por ejemplo, podemos preguntarnos por la explicación última del orden que existe en la naturaleza; las ciencias nos proporcionan explicaciones cada vez más detalladas sobre ese orden, pero ese conocimiento, lejos de apagar el interés por las preguntas radicales, más bien lo aumenta. Cuando más avanzan las ciencias, más asombroso resulta el orden que existe en la naturaleza. Otros problemas se refieren a la explicación de las entidades, procesos, y propiedades de la naturaleza de modo general, más allá de los conocimientos particulares proporcionados por las ciencias.

Una vez admitido que existen genuinos problemas filosóficos, ¿cómo podemos valorar las soluciones que se proponen? Ciertamente, en filosofía no podemos recurrir al control experimental del mismo modo que se hace en las ciencias. Sin embargo, la validez de las soluciones debe juzgarse recurriendo a los mismos cánones básicos, o sea, a la lógica y a la experiencia. Como ya se ha dicho, las soluciones deben ser coherentes con los datos disponibles. Y también deben ser satisfactorias desde el punto de vista lógico: deben estar exentas de contradicción, y debe ser posible utilizarlas para explicar los problemas que se intenta resolver. Obviamente, no existe un criterio automático de validez filosófica: el valor de las explicaciones debe ser establecido en cada caso concreto.

El alcance de la filosofía de la naturaleza es diferente en los diferentes casos. En principio, podemos esperar que los conceptos más importantes serán relativamente poco numerosos, puesto que no buscamos un conocimiento detallado como lo hacen las ciencias. En la medida en que obtengamos explicaciones que se refieren a características esenciales de la naturaleza, esas explicaciones tendrán un valor permanente. Comprobaremos, en efecto, que algunos conceptos filosóficos propuestos hace muchos siglos mantienen su validez, aunque eventualmente debamos explicarlos de un modo más acorde con los conocimientos actuales. Por otra parte, teniendo en cuenta el enorme progreso de las ciencias, es de suponer que muchas explicaciones de la filosofía de la naturaleza deberán ser revisadas periódicamente. En cualquier caso, aquí centraremos nuestra atención en los problemas más básicos y las explicaciones más permanentes, examinando unos y otras a la luz de los conocimientos científicos actuales.

1.5. Temas y problemas

La filosofía de la naturaleza abarca una temática muy amplia, ya que se extiende desde el átomo hasta el universo, e incluye a los vivientes y al hombre en cuanto ser natural. Se pregunta, además, por el significado de la naturaleza y por su fundamento radical; por tanto, constituye el puente lógico entre el conocimiento ordinario, las ciencias y la metafísica.

Aquí estudiaremos los temas básicos de la filosofía de la naturaleza a la luz de la cosmovisión actual.


[1]  Para un análisis amplio de la objetividad y la verdad en la ciencia experimental, puede verse  Mariano ARTIGAS, Filosofía de la ciencia experimental La objetividad y la verdad en las ciencias, 2 ed., EUNSA, Pamplona 1992.

Extraído de Filosofía de la naturaleza, Mariano Artigas

Tomado de: http://dererumnatura.obolog.com/introduccion-general-filosofia-naturaleza-84615

LA COSMOGONÍAS

La palabra cosmogonía tiene su origen en el griego antiguo Una cosmogonía “κοσμογονία” (kosmogonía) o “κοσμογενία” (kosmogenía), éste derivado de κόσμος (kosmos) que significa mundo y la raíz “γί(γ)νομαι” (gi(g)nomai) / “γέγονα” (gégona) que quiere decir nacer es una narración mítica que pretende explicar el origen del universo y de la propia humanidad. Generalmente, en ella se nos remonta a un momento de preexistencia o de caos originario, en el cual el mundo no estaba formado, pues los elementos que habían de constituirlo se hallaban en desorden; en este sentido, el relato mítico cosmogónico presenta el agrupamiento paulatino o repentino de estos elementos, en un lenguaje altamente simbólico, con la participación de elementos divinos que pueden poseer o no atributos antropomorfos (humanos).

La cosmogonía pretende establecer una realidad, ayudando a construir activamente la percepción del universo (espacio) y del origen de dioses, hombres y elementos naturales. A su vez, permite apreciar la necesidad del ser humano de concebir un orden físico y metafísico que permita conjurar el caos y la incertidumbre.

EL MITO

La más simple de las definiciones que se pueden dar es: “Fábula, ficción alegórica, especialmente en materia religiosa”. Esta explicación se limita a hacer una traducción literal del griego que no aclara las razones fundamentales de su ser en otros ámbitos más significativos como el cultural, histórico, literario, filosófico, etc.

Una idea que comparten todos los autores que escriben sobre el mito es su finalidad: tratar de dar explicación al origen de la vida y a las demás cuestiones filosóficas tradicionales (a dónde vamos, quiénes somos…).

Los mitos cosmogónicos: intentan expicar la creación del mundo; teogónicos, cuando se refieren al origen de los dioses; antropogónicos, relativos a la aparición del hombre; etiológicos, cuando tratan de explicar el porqué de determinadas instituciones políticas, sociales o religiosas; escatológicos, que se centran en imaginar la vida de ultratumba o el fin del mundo; morales, que suelen referirse a la lucha entre principios morales opuestos (bien-mal, ángeles-demonios). Todas estas categorías no son discriminatorias pues pueden convivir varias en un solo relato.

RESUMEN

Para resumir, se puede decir que los mitos otorgaron tres favores al ser humanos: Explicación o justificación del mundo La figura divina surge en la mente humana para explicar lo racionalmente inexplicable, ante la necesidad de entender o al menos justificar los fenómenos que rodean al hombre, e incluso la presencia de éste sobre la tierra y la existencia misma de ésta. El concepto de dios ha evolucionado a la par que el hombre, en las leyendas más antiguas acerca de dioses estos tienen características muy humanas. Los dioses vivían entre los hombres, se relacionaban con ellos en Grecia había comercio carnal entre unos y otros.

En cambio, la tribu judía, el Pueblo de Dios, plantea la existencia de un solo Dios, omnipotente, omnipresente eterno y perfecto. En este concepto monoteísta, Dios no tiene características humanas, según el libro del Génesis, Dios crea todo sin necesitar la existencia previa de nada, el único acto en el cual echa mano de una materia prima previamente creada por él, es la creación del hombre al cual crea del barro.

Más adelante estaremos hablando sobre las vías para el conocimiento de Dios.

A continuación dos cortos videos. El primero comienza narrando un mito cosmogónico, los cuales representan las primeras formas de explicar el origen del universo. El segundo continúa dándonos detalles sobre la evolución filosófica sobre el principio y fin último de todas las cosas que existen.





 



domingo, 15 de enero de 2012

¿Filosofía de la Naturaleza o Cosmología?

Hoy día, es común utilizar el concepto de filosofía de la naturaleza para referirse al estudio del universo en su conjunto, en el que se incluyen teorías sobre su origen, su evolución, su estructura a gran escala y su futuro. Esto se realiza desde el contexto de las instituciones académicas que cultivan el saber filosófico en la tradición cristiana. Los que utilizan la palabra cosmología no se alejan de la anterior. La palabra griega “κοσμολογία” (cosmología), está compuesta por “κοσμοσ” (cosmos) que significa orden y “λογια” (logía/logos) quiere decir tratado o estudio. En este sentido, podemos decir que cosmología es el estudio del orden en el que podemos observar que se encuentran las cosas en la naturaleza. Con frecuencia, ambos conceptos se utilizan indistintamente.



"Déjense sorprender por la realidad que existe..."